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He aquí una demostración de como bordar una de las últimas chicotás de la Estación de Penitencia. Muy buena levantá, magnífica revirá, y aún mejor salida tras la misma. Muchas gracias a todos los que han hecho posible tanto disfrute bajo esas benditas trabajaderas el Lunes Santo. Muchas gracias a los amigos que tengo ahí debajo y a los que espero hacer en los próximos años.
“…Pero volviendo al inicio y sin irnos de lo que verdaderamente nos tiene aquí, ¿qué ha pasado con los sueños de esos niños y adolescentes diez años después? Los años, el inevitable paso del tiempo, nos ha hecho mayores físicamente, pero no interiormente, esos sueños, mis sueños, siguen siendo los mismos que hace diez años, sigo soñando con el día en que me ciña la faja y me tiren de la ropa para formar una buena cuna que no pueda escaparse del palo, sigo soñando con que el martillo suene y me manden andar para una vez más enseñar al Señor y su Stma. Madre a su pueblo acercándolos al dintel de la puerta con mucho mimo y corazón, sigo soñando con los montajes de marchas que si el tiempo nos permite, se interpretarán en la estación de penitencia próxima.
Como podéis comprobar algunos términos han cambiado pero el fondo del sueño sigue siendo el mismo, sigue siendo el mismo objetivo aunque con diferentes palabras, el hacer catequesis en la calle como decía un gran Capataz, cada cual a su modo y manera.
Y para terminar me gustaría hacerlo soñando, como llevo en todo el escrito, soñando que suene la primera marcha o el primer silencio, ¿qué más bonito que el silencio?, para verdaderamente sentirme Costalero, Costalero del Señor y de su Santísima Madre.
Sirvan estas humildes palabras como pequeño homenaje a aquellos entusiastas que hace diez años decidieron meterse bajo un paso, sin saber ni siquiera lo que ello suponía y empezar a soñar, soñar con sentirse un simple costalero, y a todos aquellos que confiaron en nosotros para efectuar ese proyecto que tanto les gustaba y tiempo atrás tenían en mente.”
Ultima parte del articulo que publiqué en la revista cofrade "Cruce de Guiones" de mi localidad, el año pasado, con motivo del X Aniversario de la I Salida a costaleros del palio de Ntra. Sra. De los Dolores, donde tuve el honor de debutar en estas lides.
PD: Foto de Juan A. Bello Jimenez
……Fue esta y no otra la que hace diez años nos impulsó a un cambio, que diez años después podemos decir y afirmar que a mejor, que nos hizo ver otras fronteras en nuestra Semana Mayor, nos hizo abrirnos a nuevas formas, nos hizo darnos a conocer a nuevos cofrades, a nuevas personas que creían las hermandades como grupos cerrados donde era casi imposible entrar, donde era dificil participar, quitando los sitios menos relevantes, que en verdad para el buen cofrade son los preferidos, nos hizo ser transparentes para una gran cantidad de personas, que hoy día ven como las hdades. son grupos humanos totalmente abiertos donde todos tenemos cabida y donde todos tenemos nuestro pequeño sitio.
¿Pero y además de esos sueños cumplidos, que hay en el fondo de cada costalero? Aparentemente y en el sentido literal de la palabra el costalero es aquella persona encargada de portar el paso sobre su cerviz en la estación de penitencia, desde que la imagen se levanta en la Iglesia hasta que vuelve a la misma. ¿Pero que pasa por la cabeza de cada uno cuando toca su relevo? Pues sentimientos, sentimientos por el Señor y su Stma. Madre, puesto no debemos olvidarnos nunca que son ellos y no otros los que nos han llevado hasta el lugar donde nos encontramos, sentimientos por seres queridos que por desgracia no están entre nosotros, sentimientos de compromiso y de compañerismo, con aquel que se ajusta la ropa al lado tuyo y aprieta los dientes para que ni tú ni nadie lo pase mal, sentimientos de amistad, porque verdaderamente cuando pasas tantas horas al cabo de los años, horas de malos y buenos momentos, acabas haciendo amistad con aquellos que comparten tus mismas ideas e inquietudes, bonitas y grandes amistades. Por todo esto es difícil expresar el sentimiento del costalero, el sentimiento de una persona cuando se mete en las trabajaderas, se encierra en sí mismo y los sentimientos empiezan a fluir, sentimientos de cada uno para y con cada uno, sentimientos que son y serán siempre sentimientos de Costalero…
Continuación del texto extraido por el articulo que publiqué en la revista cofrade "Cruce de Guiones" de mi localidad, el año pasado, con motivo del X Aniversario de la I Salida a costaleros del palio de Ntra. Sra. De los Dolores, donde tuve el honor de debutar en estas lides.
Hace ya algo así como diez años, no era más que un sueño de adolescente el poder meterme bajo las trabajaderas del primer paso a costaleros de mi hermandad. A su vez, ese primer paso dado por un grupo de personas, ajenos a mi, venía arrastrado de un año anterior frustrado, pero con la esperanza de una hermandad que les respaldaba, que abrió las puertas a toda esa sangre joven que venía dispuesta a trabajar bajo los palos y fuera por el engrandecimiento de la institución y los titulares.
No era más que un sueño de adolescente que pensaba a todas horas en el momento en que el llamador del paso sonase y por primera vez el paso saliese a la calle. Eran sueños de juventud, sueños de niño que volvía a sus inicios cofrades, al paso donde comenzó su pequeña andadura en este bonito mundo, era un retorno a un sitio del cual nunca había estado alejado pero no todo lo cerca que estuvo con anterioridad. Sueños de niño que pasaron a sueños de adolescente pero con un mismo objetivo.
Era el centro de mis sueños, eran mis objetivos más a corto plazo pero que con la efusividad de mi juventud parecía que nunca iban a hacerse realidad. Hasta que llegó el día y los sueños pasaron a ser hechos, las idas de mente de meses anteriores de un niño pasaron a imágenes reales en la retina de un pueblo entero que veía con admiración a la vez que sorpresa el caminar de una de sus imágenes por primera vez, al son de marchas procesionales y bajo el acompasado paso de un grupo de nuevos corazones que se involucraban en el mundo cofrade. Atrás quedaron las frías noches de ensayo, en que la cuadrilla era una misma persona con un mismo sueño, con un mismo objetivo, con una misma misión, que no era otra que sentir sobre sus cuellos el amor de una madre y de su hijo que se entregó por el bien de todos nosotros, sentir una forma nueva de hacer estación de penitencia, de sentirse integrado en una hermandad, de sentirse hermandad. Porque la palabra hermandad nos engloba a todos, nos une en torno a la figura del Señor para pregonar en la calle su Pasión, Muerte y Resurrección, su vida y sus obras…..
Texto extraido por el articulo que publiqué en la revista cofrade "Cruce de Guiones" de mi localidad, el año pasado, con motivo del X Aniversario de la I Salida a costaleros del palio de Ntra. Sra. De los Dolores, donde tuve el honor de debutar en estas lides. En próximas entradas lo iré completando.
