martes, 12 de abril de 2011

¿ Quién quiere un monumento?



Y es que ya lo decía un Costalero por afición y abogado de profesión en su Pregón de la Semana Santa de Sevilla en el 2008:



"El costalero no necesita ningún Monumento. Es esencia de la Semana Santa de Andalucía, en esa humildad e íntimo orgullo del que hemos hablado. Cada día de la Semana Santa el costalero es un monumento; pero un monumento con vida, con afición, con arte, con sangre, con gracia. Para qué hacerle un bronce inmóvil y que por inmóvil no dice nada. Monumento vivo todos los días del año”.


Muchas son las voces críticas, que llueven sobre nuestra forma y manera de ver, sentir y vivir en Costalero. Unas tantas son constructivas y de buen grado aceptamos como respetamos otras, que sin conocimiento fundado lanzan con buena y a veces mala puntería a nuestra persona. Por eso, me presento ante todos vosotros, a pecho descubierto, como un costalero sin adjetivos anteriores ni posteriores, dejando atrás los apodos casi despectivos de “neoprofesionales”, “sacapasos”, o “atletas del costal”, lanzados por quienes considero que no tienen la potestad de juzgar los sentimientos y la religiosidad interior, magnitudes que son imponderables, y muy difícil de valorar. Me acerco a vosotros con el rostro lavado y la conciencia tranquila de quien entiende que sin una buena dosis de Afición, todo esto no sería posible. Lo denomino “Afición” como lo podría haber denominado “Amor”, “Vocación”, “Gusto”, y es que en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana somos aficionados, amadores o amateurs; bien del arte, del futbol, del cine, de la música, de la historia, de las cofradías en su amplitud y de todo lo que ella envuelve. Es una afición, porque aunque lo practiquemos de manera habitual, no buscamos una finalidad productiva ni lucrativa, ni perseguimos el profesionalismo, sólo somos amateurs, que entrenan para mejorar, para aprender…sin más motivación que el Amor o la Pasión por alguna actividad. Hasta aquí, seguro que todos entonamos al unísono el mismo…….. Amén.


Pero, entonces, ¿Qué pasa por nuestras cabezas cuando rozamos el absurdo?, ¿Qué entendéis cuando por Amor y Pasión, a nuestros titulares o en definitiva a Dios y a su Stma Madre, hacemos que sea posible una más que digna catequesis en la calle? No, nos damos cuenta que muy pocas hermandades tienen la capacidad de componer cuadrillas de auténticos hermanos. No queremos ver la hipocresía de las hermandades, cuando fingen devociones inexistentes. Y muchas de ellas van en busca de los aficionados experimentados para que se presenten a sus igualás previa selección del capataz. Cuadrillas de hermanos costaleros y aficionados, enriqueciendo aún más si cabe, por la experiencia de unos y la formación técnica de otros. Esto queridos, es lo que prima. ¿Tan difícil es entender que todos los factores del siglo XX y XXI han conducido hacia un inexorable adelanto en la formación técnico-teórica en la manera de llevar nuestros pasos, evolucionando hacia mejor, sin perder de vista los cánones del andar clásico, hecho arte, donde lo “andao es lo ganao”? ¿Dónde está el problema?.......Ah, se me olvidaba y quizás esté aquí:

No quería dejar pasar la oportunidad de nombrar el artículo que publicó un amigo hace unos meses. Su titulo es….Popelín de los 90…. En dicho artículo va a describir una nueva figura de jóvenes con una gran afición al Costal,( totalmente respetable), que va desde ropas, videos, técnica infinita, y toda la teoría sabida como niño que aprende la lección para cantársela a su madre. Si, son jóvenes que adoran este mundo, pero no saben el porqué de sus acciones, se alejan de la afición, acercándose a la profesionalidad, ignoran la institución que les precede y se niegan a meterse en una corriente, pero aún no han probado una chicotá en ella. Son gente de pocas palabras y mal explicadas. Son jóvenes que están viviendo una eclosión de triunfos y de posibilidades sin mérito alguno. Jóvenes y niños al fin y al cabo; igual que yo, con tirantes, y costales de colores. Igual que yo, y no soy nadie para juzgarlos pero creo que me sobra lo que a ellos y a otros muchos que no cabe a cuento aquí, les falta…humildad, cristiandad, hermandad y respeto a mis mayores.


¿Es ahí el problema?...es por este motivo, por el que “pagamos justos por pecadores” (entiendan el refrán). ¿Este es vuestro- nuestro chivo espiatorio?.

Me entristece que sea este “el disfraz” de los imperfectos, el velo que nunca se puede levantar. El parche viejo, para cuatro descosíos. La excusa perfecta para anillar pájaros.


Tenemos el verdadero Honor de portar al Sr y a su bendita Madre y por ello somos los más privilegiados de este mundo. Con eso, nos sobra y nos basta. No queremos atenciones, ni reconocimientos; Rehusamos de protagonismos y papeles importantes; Rechazamos monumentos y bustos inertes. Y lo único que le pedimos al Altísimo es; que el Amor del Costalero siga vivo, que los monumentos lo esculpa la historia, y que cada rincón de nuestra memoria, este lleno de chicotás de ensueño, de levantás a la gloria, de citas de amor entre un madero y un costal, de rezos racheaos, de momentos inmemorables en los que ni presunto profesionalismo, ni devoción fingida, siempre RESPETO a esa AFICIÓN que es patrimonio del alma, y el Alma patrimonio de Dios.



“Esperad mis impacientes Hermanos; para tocar el Cielo con las manos nos hace falta solamente una semana.”




1 comentario:

Anónimo dijo...

Así se gana uno el respeto de los que (como el que escribe este comentario) no creen en Dios, ni en la iglesia, ni en la Semana Santa.
Un saludo y suerte con la meteorología.