Por fín en Casa.

Aunque algunos incrédulos como yo no pensabamos jamás que a estas fechas podríamos decir que el paso ya está en su casa, pues así es. A mediados de Enero, y porque la lluvía no ha dejado antes, el paso hacía su aparición en el lugar donde se va a pasear cada Jueves Santo, en el lugar donde va a ser admirado por cientos de personas y donde va a ser querido, muy querido.

Ya solo queda empezar los ensayos, preparar las parihuelas, y antes de que nos lo creamos, estamos haciendo la mudá con el. ¡ Qué ganas !