viernes, 4 de septiembre de 2009

Sueños de un simple costalero (I)




Hace ya algo así como diez años, no era más que un sueño de adolescente el poder meterme bajo las trabajaderas del primer paso a costaleros de mi hermandad. A su vez, ese primer paso dado por un grupo de personas, ajenos a mi, venía arrastrado de un año anterior frustrado, pero con la esperanza de una hermandad que les respaldaba, que abrió las puertas a toda esa sangre joven que venía dispuesta a trabajar bajo los palos y fuera por el engrandecimiento de la institución y los titulares.

No era más que un sueño de adolescente que pensaba a todas horas en el momento en que el llamador del paso sonase y por primera vez el paso saliese a la calle. Eran sueños de juventud, sueños de niño que volvía a sus inicios cofrades, al paso donde comenzó su pequeña andadura en este bonito mundo, era un retorno a un sitio del cual nunca había estado alejado pero no todo lo cerca que estuvo con anterioridad. Sueños de niño que pasaron a sueños de adolescente pero con un mismo objetivo.

Era el centro de mis sueños, eran mis objetivos más a corto plazo pero que con la efusividad de mi juventud parecía que nunca iban a hacerse realidad. Hasta que llegó el día y los sueños pasaron a ser hechos, las idas de mente de meses anteriores de un niño pasaron a imágenes reales en la retina de un pueblo entero que veía con admiración a la vez que sorpresa el caminar de una de sus imágenes por primera vez, al son de marchas procesionales y bajo el acompasado paso de un grupo de nuevos corazones que se involucraban en el mundo cofrade. Atrás quedaron las frías noches de ensayo, en que la cuadrilla era una misma persona con un mismo sueño, con un mismo objetivo, con una misma misión, que no era otra que sentir sobre sus cuellos el amor de una madre y de su hijo que se entregó por el bien de todos nosotros, sentir una forma nueva de hacer estación de penitencia, de sentirse integrado en una hermandad, de sentirse hermandad. Porque la palabra hermandad nos engloba a todos, nos une en torno a la figura del Señor para pregonar en la calle su Pasión, Muerte y Resurrección, su vida y sus obras…..



Texto extraido por el articulo que publiqué en la revista cofrade "Cruce de Guiones" de mi localidad, el año pasado, con motivo del X Aniversario de la I Salida a costaleros del palio de Ntra. Sra. De los Dolores, donde tuve el honor de debutar en estas lides. En próximas entradas lo iré completando.

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