martes, 2 de marzo de 2010

Diez años rezando con los pies.

Os dejo en esta entrada un artículo editado el pasado año por un costalero del Paso de Palio de Mª Stma. de los Dolores con motivo del X Aniversario de la Cuadrilla de costaleros.





“Preso de tus Dolores

entras en Concepción

y al rezo del pie costalero

expiras en Asunción”

Me es harto difícil expresar en estas líneas lo que ha supuesto para mí y para nuestra Semana Santa la incorporación de la figura cofrade llamada costalero/a. Figura de la que hasta el año 2000 de Nuestro Señor Jesucristo, tan sólo teníamos referencia a través de los medios de comunicación, libros, fotografías o por haberla contemplado en otros lugares de Andalucía. Pero gracias a un proyecto lleno de ilusiones, tesón, y a la gran carga de fe derrochada por un grupo de jóvenes de la Hermandad de la Santa Vera-Cruz, aquel sueño se hizo realidad, y esta figura desconocida en nuestra Semana Mayor empezó a hacerse familiar por las calles de nuestro pueblo.

Parece que fue ayer cuando inaugurando el presente siglo, Nuestra Señora de los Dolores salía a costal. Aquello supuso un punto de inflexión en la Hermandad de la Santa Vera-Cruz, y me atrevería a decir que también lo fue en la Semana Santa de Castro del Río, a pesar de tener sus detractores, en contraposición de sus numerosos seguidores.

Este año se cumplen diez años desde aquel primer rezo con los pies de aquellos hombres que llevaban a María Santísima. En este periodo de tiempo, el costalero/a que empezó siendo una figura ajena en la Semana de Pasión castreña, ha conseguido hacerse un hueco en la misma. Todo ello, con un esfuerzo desmedido y con una gran perseverancia en el intento de engrandecer cada vez más nuestra Semana Santa, aportar el fruto de este trabajo cada Jueves Santo y poner de manifiesto el arte hecho movimiento en nuestros Pasos.

Y decía al empezar este artículo que me era complicado, porque expresar experiencias vividas a lo largo de esta década es una tarea indescriptible y plasmarlas en el papel enormemente complicado, ya que hay que vivirlas para comprobarlas en primera persona y sobre todo, sentirlas.

Pero por qué digo eso del rezo con los pies, ¿acaso se puede rezar con los pies?, os preguntareis. Dicen que el costalero/a reza con sus pies mediante el rachear al unísono de sus zapatillas al son que marca cada marcha procesional, o simplemente en silencio, lo cual supone una melodía austera que invita a la reflexión. Este rezo es el manifiesto de fe tan particular que tienen nuestros costaleros/as cada Semana Santa debajo de los Pasos.

Rezo anónimo de cada uno de esos hombres y mujeres que desempeñan un trabajo monumental en su costal para llevar a Nuestra Madre y a Nuestro Señor Jesucristo por nuestra Villa. Rezo con el que nos hemos familiarizado en estos años, y que se extiende a nuestra Semana Santa cada año que pasa. Rezo que ha permitido a muchas personas encontrarse con la Santa Madre Iglesia, rezo de ilusiones, rezo de oportunidades, rezo de alegrías, rezo de llantos, rezo de súplicas, rezo de trabajo, rezo penitencial, rezo de amistad……, pero sobre todo, rezo de Hermandad.

Con motivo de este décimo aniversario que celebramos en esta Semana Santa de 2009, quisiera agradecer desde aquí a aquellas personas que brindaron esta oportunidad costalera a aquellos jóvenes cargados de una ilusión cegadora para que pudiesen cumplir su sueño, gracias a todos los hermanos/as costaleros/as que han sentido el crujir de las trabajadoras al toque del llamador y saber mantener la llama viva de este precioso rezo, gracias a aquellos que estuvieron presentes y que hoy quedan en el recuerdo de nuestras mentes, gracias a todos aquellos que han sido nuestros maestros de este bonito arte, gracias a esos sones de pasión que suponen ese aliento musical, gracias a nuestras familias, amigos, novias/os por su apoyo y aguante, y como no, gracias al pueblo de Castro del Río por hacernos de su Semana Santa.

Sentimiento costalero/a que ha enriquecido nuestra Semana Santa durantes estos años. Por ello, le pido a Dios que podamos seguir paseando por las calles de Castro cada Jueves Santo, a su Hijo y a su Bendita Madre, y nos siga permitiendo rezarle con los pies durante muchos años más.


Muchas Gracias a Juan A. Bello Jimenez, su autor por colaborar con este blog, y querer ofrecerlo para poder compartirlo con todos ustedes.

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