viernes, 3 de diciembre de 2010

"Para mayor Gloria de Dios" (I)


“VAMOS A ACORDARNOS….”


…..Me acerque sigilosamente, como curioso que busca chisme, hacia un rincón en el que amigos en tertulia, discutían con acento malhumorado o si acaso embravecido por alguna que otra copa de más. No entendía muy bien el motivo de tal alboroto, asi que me despojé de la máscara invisible y sin pensarlo dos veces; la tire a mis espaldas, saque pecho y me adentré al ruedo cual gallardo torero en una lúcida tarde soleada. Hasta aquél momento ignoraba que el sol picara tanto en el albero, y tampoco conocía el dolor de unas sucias y astilladas cornadas. Comprendí entonces, lo que significaba “lidiar con picaores y sin picaores”.


El primer toro de la tarde, no lo recuerdo bien, no sé si fue el color rojizo del crepúsculo o mi acongojamiento , pero no supe ni su nombre, ni su peso, y ahora que hago memoria, ni tan siquiera su “pinta”. Aunque por la mala leche que gastaba, “berrendo” seguro. Sin embargo si que recuerdo que maldecía y gritaba a los cuatro vientos: - “A mi el de la guadaña no me pilla sin haber vivido la Vida…”Yo no creo en nada, ni en nadie” “No me va a pasar como a mi padre… tanto…y.… “Carpe Diem”. Intenté recibirlo con la tez alta, con el ánimo de ligar algún que otro lance al natural. Pobre de mi, porque este murlaco sólo sabía dar cabezazos terminando por cansarme de tantos desplantes, siendo yo, curiosamente, el que los recibía. Pero ustedes saben y si no lo saben, lo sabrán, que otra cosa no, pero hombría y casta torera no me falta o hasta entonces no me faltaba. Hice de tripas corazón y levanté el brazo derecho hacía la presidencia, que lo interpreto como así yo lo quise; Me habían concedido un segundo astado. Me bese la medalla de mi Cristo, mis estampitas de mi Virgen de los Dolores, de la Macarena….acuñé mis rodillas en la arena y espere a” Puerta Gayola”. De haber sabido que ese bicho, tenía una envergadura de casi dos metros y que su peso oscilaba los 500 kg, este que lo es, toma la alternativa con vaquillas. En la puerta de toriles quedaron mi pertenencias más queridas…y con ellas mis ganas de volver a capear; Mi cuerpo rasguñado, quedó mucho más lejos tras la tremenda sacudida : - “ Nunca hay que mirar atrás ” “hay que hacer borrón y cuenta nueva”,,,”lo que tienes que hacer es vivir el presente” “fuera los recuerdos”…”Vita Flumen”. Abatido desde el suelo me preguntaba..¿Cómo leche han aprendido estos animales la lengua proveniente del latium? Como comprenderéis ni encontré la respuesta, ni me quedaba cuerpo , ni mucho menos alma, para un “tercero”, me dolieron tanto esas corridas, sentí tanto esas palabras que ni he vuelto a vestirme de luces ni he vuelto a creerme torero.


Desde ese mismo instante supe; que una nueva generación de “borregos”, que no toros, iba a consumir una sociedad agotada y enclaustrada en una jaula…que algunos gustan llamar…Presente. Un mundo desarraigado de sus origenes, ignorante de su historia, expectador pasivo de la filmación de la vida, incrédulos de sus convicciones y escépicos en la fé de Cristo nuestro Señor. Pobres todos, me compadezco porque se alivian con el libido de la juventud, pero desconocen la espeluznante metamorfosis de la vida, se olvidan de los efectos del inescrutable paso del tiempo. Siempre el tiempo...........



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